Vivimos en un mundo cada vez más polarizado, donde las ideologías extremas parecen dominar el discurso. En esta sociedad digitalizada y atomizada, las redes sociales amplifican los conflictos y promueven una visión binaria: todo es blanco o negro, correcto o incorrecto, bueno o malo. Esta dinámica, que fragmenta nuestra capacidad de diálogo y reflexión, también impacta nuestra percepción de la salud, el bienestar y la felicidad. Sin embargo, en este escenario, la filosofía de Soma y Alma emerge como un “punto de fuga”, una alternativa que no busca combatir los extremos, sino integrarlos a través de una ecología de saberes.

La sociedad digitalizada y atomizada

En la época de la hiperconectividad, estamos más solos que nunca. La digitalización ha transformado las relaciones humanas en interacciones superficiales, mediadas por algoritmos que refuerzan nuestras creencias preexistentes y alimentan las divisiones. Las burbujas de información crean una falsa sensación de consenso, mientras que el miedo al “otro” se intensifica.


Esta fragmentación también se refleja en nuestra comprensión del cuerpo y la mente. La medicina occidental, aunque poderosa y avanzada, a menudo separa lo físico de lo emocional, ignorando la interconexión entre ambos. Este enfoque fragmentado deja de lado las dimensiones filosóficas, culturales y artísticas que también conforman nuestra experiencia de salud.

Una persona estresada frente a su computadora, trabajando desde su oficina

La filosofía de Soma y Alma: más allá de los extremos

La filosofía de Soma y Alma propone una perspectiva que trasciende la dicotomía. No se posiciona como una oposición combativa a la medicina convencional, sino como un complemento que enriquece y amplía nuestra comprensión de la salud y el bienestar. Desde esta óptica, el cuerpo no es un simple mecanismo que reparar, sino un espacio de convergencia entre lo biológico, lo emocional, lo cultural y lo espiritual.


La filosofía de Soma y Alma se basa en una ecología de saberes, un concepto que reconoce el valor de integrar distintas formas de conocimiento. En lugar de perpetuar la fragmentación, promueve una visión cooperativa y complementaria, donde la ciencia, el arte y la filosofía convergen para ofrecer una comprensión más rica de lo humano. Detrás de un yo, hay un nosotros: una invitación a validar lo individual en conexión con lo colectivo, para deconstruir la atomización donde el “yo” se interpone ante todo, convirtiéndolo en un “yo” al servicio del “nosotros”.

La imagen muestra un cerebro y un corazón, con el símbolo de "sumar", representando la unión entre razón y emociones

Consideraciones holísticas desde un modelo biopsicosocial sobre salud y bienestar

Este proceso nos invita a habitar plenamente nuestro ser, reconociendo nuestras emociones y experiencias como parte esencial del bienestar. Desde esta perspectiva, la salud no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino un estado de equilibrio dinámico que incluye:

Abrirse a sentir:

Sentir como una elección, como un acto político, que nos conecta con nuestra vulnerabilidad y nuestros diálogos internos. Es abrir el corazón para sentir nuestro cuerpo, nuestra vida, nuestro soma. Este proceso nos invita a habitar plenamente nuestro ser, reconociendo nuestras emociones y experiencias como parte esencial de la vida.

Conectar con lo que nos da Vitalidad:

Entendida como la energía que fluye a través del cuerpo, la mente y el espíritu, y que tenemos el poder de decidir pequeñas y grandes acciones para influir positivamente en ella.

Priorizar el bienestar emocional:

Reconocer y gestionar nuestras emociones como parte integral de la salud.

Reconocer la importancia de la Salud mental:

Promover un estado de equilibrio en nuestras funciones cognitivas, emocionales y conductuales, integrando la mente y el cuerpo como un todo.

Potenciar los vínculos:

Fomentar relaciones significativas con los demás y con el entorno.

La importancia de la Creatividad:

Explorar el arte como un medio para la expresión y la curación.

Reconocer los que no da Motivación y Deseo:

Encontrar propósito y dirección en la vida, al tiempo que abrazamos el deseo como fuerza vital que impulsa la búsqueda colectiva del bienestar.

Elegir lo Colectivo y Aceptar la incertidumbre:

Reconocer que somos seres sociales que crecen y se desarrollan en comunidad, y aprender a lidiar con la incertidumbre como parte esencial de la experiencia humana.

Un grupo de personas juntan sus manos en expresión de unión y cooperación

En Soma y Alma, trabajamos cada día para construir esta visión.

Nos comprometemos a:

  • Educar sobre la importancia de un enfoque holístico y transmoderno en salud.
  • Innovar en la manera en que llevamos este conocimiento al mundo, utilizando herramientas tecnológicas de vanguardia.
  • Transformar realidades uniendo tecnología y salud holística para mejorar la calidad de vida de las personas.
  • Promover un acceso equitativo al conocimiento colaborando para construir un presente justo y epistemológicamente inclusivo.

Conclusión

La filosofía de Soma y Alma es un recordatorio de que el bienestar no se encuentra en los extremos, sino en el equilibrio. En una sociedad que glorifica la polarización, nos invita a explorar lo gris, lo complejo y lo interconectado. Nos enseña que no necesitamos elegir entre blanco o negro; podemos abrazar ambos y encontrar nuevos matices.
En definitiva, Soma y Alma no es solo un enfoque de salud, sino una filosofía de vida que promueve la cooperación, la inclusión y la integración en un mundo que desesperadamente las necesita.