Enfoque integral en la Escuela Soma y Alma: la importancia de las Membranas de Tensión Recíproca
En la Escuela Soma y Alma, entendemos que el cuerpo es una red interconectada donde cada estructura cumple un papel fundamental en la salud integral del individuo. Uno de los conceptos clave en la osteopatía craneal son las Membranas de Tensión Recíproca (MTR), que desempeñan un papel crucial en la estabilidad del cráneo y el cuerpo en su totalidad. Tras un trauma, como un accidente de tráfico, estas membranas pueden verse afectadas, lo que puede derivar en síntomas como dolor cervical, vértigos o malestar general. En este artículo, profundizaremos en qué son las MTR, cómo funcionan y por qué son esenciales para la osteopatía craneal desde nuestra perspectiva holística.
¿Qué son las Membranas de Tensión Recíproca?
Las Membranas de Tensión Recíproca (MTR) son un conjunto de estructuras membranosas que se originan en el cráneo y se extienden a lo largo de toda la columna vertebral. Estas membranas, que forman parte de la duramadre, se encargan de mantener la estabilidad y tensión adecuada entre las distintas estructuras óseas del cráneo, permitiendo el correcto movimiento y equilibrio del sistema craneal y su conexión con el resto del cuerpo.
Tras un golpe o un latigazo cervical, las MTR pueden sufrir tensión o desequilibrio, provocando una serie de síntomas que afectan tanto al cráneo como a la columna vertebral. Esto explica por qué en muchos casos, el osteópata puede liberar estas tensiones con técnicas suaves, obteniendo resultados notables para el paciente.
- Falx cerebri: Hoz del cerebro
- Falx cerebelli: Hoz del cerebelo
- Tentorium cerebelli: Tienda del cerebelo
- Tentorial notch: La muesca tentorial se refiere a la abertura anterior entre el borde libre de la tienda del cerebelo y el clivus para el paso del tronco del encéfalo.
- Diaphragma sellae: El diafragma sellar es un pequeño tabique horizontal de la duramadre, extendido entre los procesos clinoides, por encima de la hipófisis. Perforado por el infundíbulo de la hipófisis.
Anatomía de las Membranas de Tensión Recíproca (MTR)
Las meninges, que protegen el Sistema Nervioso Central, incluyen a la duramadre, formada por dos capas: la perióstica, que se adhiere al cráneo, y la meníngea, que está en contacto con las demás meninges. En algunos puntos, estas dos capas se separan, formando los senos venosos, los cuales permiten el drenaje venoso del cráneo.
En los desdoblamientos de la duramadre, la capa meníngea se fusiona para formar los tabiques conocidos como Membranas de Tensión Recíproca (MTR). Estas membranas se dividen en cuatro estructuras principales:
1. Hoz del cerebro
Es una lámina vertical que separa los dos hemisferios cerebrales. Se extiende desde la protuberancia occipital interna hasta la apófisis cresta galli del etmoides.
2. Hoz del cerebelo
Membrana vertical que separa los dos hemisferios cerebelosos. Se origina en el seno recto y se ancla en el foramen magno, formando los senos occipitales posteriores.
3. Tienda del cerebelo
Una membrana horizontal que separa el cerebro del cerebelo. Presenta una circunferencia mayor que se ancla en los huesos temporales y otra menor que circunscribe el foramen oval de Pachoni, permitiendo el paso del nervio óptico.
4. Tienda de la hipófisis
Esta membrana cubre la silla turca, dejando un orificio por donde pasa el tallo hipofisario, protegiendo la hipófisis.
Función de las Membranas de Tensión Recíproca
La función principal de las MTR es mantener el cerebro en su posición correcta, controlando y limitando los movimientos de los huesos del cráneo. Estas membranas aseguran la estabilidad y evitan el desplazamiento incontrolado de las estructuras craneales.
Además, las MTR juegan un papel fundamental en la transmisión del movimiento desde el cráneo hacia el sacro, permitiendo que el cuerpo funcione como una unidad coordinada. Esta capacidad de adaptación y equilibrio es lo que llamamos un sistema tenségrico, en el que cualquier cambio o tensión en un punto se refleja en toda la estructura.
El fulcro de Sutherland
Para que las Membranas de Tensión Recíproca mantengan su función de equilibrio, actúan en torno a un eje o fulcro. El Fulcro de Sutherland es el punto ficticio en el seno recto donde se cruzan las hoces y la tienda del cerebelo, y actúa como centro regulador de las tensiones y movimientos en el sistema craneal.
El Fulcro de Sutherland es un punto clave en la técnica osteopática craneal que actúa como centro de equilibrio para las Membranas de Tensión Recíproca (MTR). A través de técnicas específicas de equilibración del fulcro, el osteópata busca restaurar la armonía y la simetría en el movimiento craneal, permitiendo que el cuerpo recupere su capacidad de autocuración. Al aplicar estas técnicas, se libera la tensión acumulada en las membranas, facilitando una mayor fluidez en los movimientos del cráneo y una mejor conexión entre este y el sacro. Este proceso es fundamental para aliviar síntomas como el dolor cervical o los vértigos, promoviendo un equilibrio integral del sistema nervioso y muscular.
En la osteopatía biodinámica, el enfoque en el Fulcro de Sutherland no solo se centra en la liberación física de las Membranas de Tensión Recíproca (MTR), sino también en el equilibrio energético del cuerpo. A través del toque biodinámico, el osteópata es capaz de percibir las mareas corporales, un flujo sutil de energía que atraviesa el organismo, reflejando su vitalidad y salud interna. Este tratamiento trabaja profundamente en los niveles energéticos de la persona, ayudando a restaurar el balance no solo estructural, sino también vital. Al liberar bloqueos y armonizar estas mareas, se influye directamente en la vitalidad del paciente, promoviendo una mayor sensación de bienestar y mejorando su capacidad de autorregulación a nivel físico y emocional.
Conclusión
En la Escuela Soma y Alma, el estudio de las Membranas de Tensión Recíproca es esencial para entender cómo se mantiene la estabilidad craneal y cómo se relaciona con la salud integral del cuerpo. Estas membranas permiten el equilibrio y movimiento armónico del cráneo y la columna vertebral, siendo un pilar fundamental en la osteopatía craneal. La capacidad de estas membranas para regular la tensión es clave para el bienestar y la correcta función del organismo, especialmente después de un trauma o lesión.