El cuerpo es una creación milagrosa que alberga un extraordinario poder de autorregulación. Es capaz de funcionar, repararse y reponerse a sí mismo, aportando armonía y equilibrio a los distintos sistemas y funciones que lo constituyen. Esta capacidad innata de autocuración y autorregulación es un aspecto fundamental del bienestar y la salud.
El Poder de la Autocuración y la Autorregulación
En el núcleo mismo de las capacidades innatas del cuerpo se encuentra su poderosa capacidad de autocuración y autorregulación. El cuerpo trabaja constantemente para mantener un estado de equilibrio y balance, en el que todos sus sistemas y funciones puedan funcionar de forma óptima. Cuando el cuerpo está expuesto a estrés, lesiones o enfermedades, emplea sus recursos existentes para combatir los patógenos invasores, restaurar las zonas afectadas e iniciar los procesos autonómicos que ayudarán a restablecer el equilibrio del sistema.
Todos los sistemas y funciones principales del cuerpo se ajustan, adaptan y reparan perpetuamente según sea necesario para mantener la homeostasis, o estado de equilibrio equilibrado. Por ejemplo, el sistema inmunitario es una poderosa parte del organismo que protege contra la invasión de agentes patógenos como bacterias y virus. Cuando el cuerpo se expone a estos patógenos, el sistema inmunitario es capaz de identificar y organizar un ataque adecuado contra los organismos invasores, neutralizando la amenaza y devolviendo al cuerpo a un estado de equilibrio.

Factores que pueden influir en la capacidad del cuerpo para autorregularse y autorrepararse
Aunque el cuerpo posee una potente circulación de fuerzas de autorregulación y autorreparación, hay ciertos factores que pueden interferir en su capacidad innata para mantener el equilibrio y repararse a sí mismo. Por ejemplo, una dieta inadecuada, el estrés, las toxinas ambientales y la inactividad física pueden afectar negativamente a la capacidad del organismo para autorregularse y autocurarse. La exposición crónica a estos factores puede provocar el colapso de los mecanismos defensivos y reparadores del organismo, lo que conduce al desarrollo de disfunciones y enfermedades.
Para mantener la salud y el bienestar, es esencial apoyar la capacidad natural del organismo para autocurarse y autorregularse, reduciendo la exposición a los factores que pueden interferir en estos procesos y fomentando activamente los mecanismos defensivos y reparadores del organismo. Por ejemplo, seguir una dieta nutritiva, practicar una actividad física regular, dar prioridad al sueño, practicar técnicas de reducción del estrés y evitar la exposición a toxinas ambientales contribuirán a apoyar y mejorar las capacidades de autocuración y autorregulación del organismo.

Facilitar la autocuración y la autorregulación con la medicina osteopática
La medicina osteopática es un enfoque holístico de la medicina que abarca la capacidad innata del organismo para autorregularse y autorregularse. Los osteópatas trabajan con los pacientes para identificar y eliminar los factores que interfieren en la capacidad natural del cuerpo para curarse y autorregularse.
La osteopatía siempre busca liberar zonas de tensión, bloqueos y/o disfunciones para poder ayudar al propio mecanismo autocurativo de las personas, llamado homeostasis, haciendo técnicas en planos musculoesqueléticos, viscerales, craneosacrales, sobre la mecánica de la anatomía de las fascias, y también en un plano energético mediante técnicas sutiles y biodinámicas.

Conclusión
El cuerpo es una poderosa fuerza, potencia y vitalidad constante que fluye en el movimiento de autocuración y autorregulación, con un diseño apto para adaptarse, ajustarse y repararse continuamente con el fin de mantener el equilibrio y la salud. La medicinas tradicionales complementarias e integrativas, como la osteopatía, poseen un enfoque ideal de la atención sanitaria que apoya la capacidad del cuerpo para curarse y autorregularse, y fomenta la salud y el bienestar generales. Trabajando con un osteópata, las personas pueden aprender a cultivar y proteger las capacidades intrínsecas de curación y autorregulación del cuerpo y, al hacerlo, disfrutar de una vida de buena salud.